Hoy queremos hablaros de la importancia de cuidar los riñones para disfrutar de una vida de calidad. Es preocupante que solo una de cada diez personas con enfermedades de riñón esté diagnosticada, y es tan sencillo como realizarse un análisis de sangre y de orina de manera periódica para detectar fallos renales a tiempo.
Según los datos, el 11% de la población adulta sufre alguna problema en los riñones, pero no solo afecta a este órgano, sino que el 85% de los enfermos renales crónicos padecen o padecerán en un futuro daños cardiovasculares. Y también ocurre a la inversa, más de un tercio de las personas que sufren insuficiencia cardiaca crónica padecen cierto grado de afectación en los riñones.
Si tenemos en cuenta que la hipertensión es uno de los principales factores de riesgo para la aparición de enfermedades cardiovasculares, no es extraño que las personas con problemas de riñón padezcan también afecciones del corazón, que se pueden agravan con la presencia de otros factores muy habituales en los enfermos renales, como la anemia o la presencia de altas tasas de colesterol en sangre.
Algunos síntomas
Pueden aparecer algunos síntomas relacionados con problemas en los riñones:
- Necesidad de orinar con más o menos frecuencia de lo normal.
- Orina espumosa (por una excesiva concentración de proteínas) o de color rojizo u oscuro (por la presencia de sangre).
- Cansancio físico, dificultad para concentrarse y para dormir.
- Pies y tobillos hinchados.
- Piel seca.Calambres musculares nocturnos.
- Falta de apetito
Actuar a tiempo es fundamental
Es importante que los enfermos renales conozcan bien su enfermedad y que sepan qué les puede ir bien o mal para proteger su función renal y cumplir las recomendaciones dietéticas y de tratamiento prescrito por el médico.
Cuando un problema de riñón se diagnostica a tiempo, puede mantener su función renal durante muchos años y en algunos casos no necesita diálisis ni sufre complicaciones cardiovasculares.
En las etapas iniciales, la enfermedad renal crónica no tiene síntomas, pero basta con un análisis de sangre y orina para ver el grado de funcionamiento de los riñones y hacer un diagnóstico precoz de la enfermedad.
Cómo cuidar los riñones
Las personas que padecen algún grado de enfermedad renal deben seguir pautas personalizadas de alimentación, ingesta de líquido, ejercicio físico y otros factores.
- Reducir o eliminar el consumo de sal y alimentos que la contienen en exceso, como por ejemplo los embutidos, salazones o conservas. también tendrán que limitar las grasas de origen animal.
- Mantenerse en un peso saludable.
- Beber abundante agua a diario, uno dos litros.
- Vigilar la tensión arterial para mantenerla en niveles adecuados.
- Realizar ejercicio físico habitualmente.
- No automedicarse.
- Dejar de fumar.
