Las frutas del verano son por excelencia el melón y la sandía, no sólo por ser refrescantes y ligeras, sino por su sabor dulce, que las hace irresistibles a todos los paladares. Además, son un fantástico aporte de vitaminas y nutrientes para el organismo.
Tanto la sandía como el melón son frutas muy bajas en calorías, lo que las hace muy adecuadas para la pérdida de peso y la hidratación en nuestros mayores. Son indispensables en nuestra dieta de verano porque tienen un gran contenido en agua, son hidratantes y antioxidantes y ayudan a reponer el agua y las sales minerales que perdemos por el sudor.
SANDÍA
La sandía contiene betacaroteno y licopeno, que nos aportan propiedades antioxidantes que retrasan el envejecimiento e impide la aparición de cáncer, cardiopatías o enfermedades degenerativas.
MELÓN
El melón es una estupenda fuente de vitamina A y C, minerales como potasio, zinc, ácido fólico, hierro, magnesio, fósforo y calcio, que generan muchos beneficios en el metabolismo de nuestro cuerpo y sistemas en general.
