A veces nos quedamos anclados en los recuerdos del pasado, en pensar que otra época fue mejor y, sin darnos cuenta, nos llenamos de melancolía y se nos hace más cuesta arriba vivir con alegría e ilusión.
Está claro que los recuerdos son parte de nuestra vida y tenemos que convivir con ellos pero no debemos quedarnos en el pasado. Si no lo evitamos, la nostalgia puede ser muy dolorosa.
Hoy queremos ayudarte a llevar mejor la nostalgia y para que no se apodere de tu día a día y te impida afrontar la vida con mejor actitud.
Di adiós a la nostalgia
Para avanzar en la vida, es importante tener pequeñas metas, pequeños objetivos que nos motiven y nos ayuden a seguir creciendo como personas y sentirnos realizados. Así que, piensa en la nueva etapa en la que te encuentras y qué es lo que te hace feliz y por lo que vas a seguir avanzando. Da un paso al frente para seguir escribiendo nuevos capítulos del libro de tu vida.
Y para ello, es fundamental tener un pensamiento positivo, ser optimista y usar un lenguaje más concreto, como por ejemplo “voy a hacer ejercicio 3 días por semana” en vez de “haré más ejercicio”.
No debes quedarte en la intención, en el pensamiento de hacer algo sino hacerlo, ponerte en marcha.
También es importante que tengas tu cabeza activa, que aprendas cosas nuevas y ejercites la mente. Así, podrás disfrutar de hacer cosas nuevas.
Disfrutar del momento también es un reto muy interesante, no preocuparte demasiado por la cosas que tienen solución e intentar estar en el aquí y ahora.
Cuida tu cuerpo con ejercicio y buena alimentación
Como ya te hemos contado muchas veces, el ejercicio físico regular es fundamental para prevenir enfermedades y también para estar de mejor humor. Y es que, estar activo hace que el cuerpo aumente la producción de endorfinas, unas hormonas que producen alegría y vitalidad.
La alimentación también tiene consecuencias directas sobre la actitud y hay ciertos alimentos que favorecen el buen humor. Una de las responsables es la vitamina B1 (tiamina), conocida como la vitamina del ánimo, y que abunda en alimentos como el lomo embuchado, el jamón serrano, los frutos secos, los cereales integrales o los lácteos, entre otros.