El verano trae consigo altas temperaturas, lo que hace que la alimentación deba adaptarse para garantizar el bienestar de los mayores. Por ello, en Residencial Nodromar ofrecemos una dieta ligera, equilibrada y rica en nutrientes esenciales.
Uno de los aspectos clave es aumentar el consumo de alimentos con alto contenido de agua, como frutas y verduras. Sandía, pepino, tomate y melón no solo refrescan, sino que también ayudan a evitar la deshidratación.
Es recomendable optar por comidas de fácil digestión. Platos como ensaladas, pescados a la plancha o cremas frías, como el gazpacho, son opciones ideales para evitar la pesadez y mejorar la digestión.
Además, es fundamental reducir el consumo de alimentos ultraprocesados, que pueden generar inflamación y dificultar la digestión. En su lugar, se deben priorizar proteínas magras como pollo, pavo o pescado, acompañadas de legumbres o cereales integrales.
Por otro lado, es esencial mantener una rutina de comidas y evitar largos periodos sin ingerir alimentos. También es importante moderar el consumo de sal y optar por hierbas aromáticas para potenciar el sabor de los platos sin afectar la salud cardiovascular.
Siguiendo estos consejos, los mayores pueden disfrutar del verano con energía y sin descuidar su bienestar.