El paso del tiempo va muy rápido, cuando nos miramos al espejo nos damos cuenta de que nuestra piel va envejeciendo, se vuelve más fina, seca y fácilmente irritable a las agresiones externas. Por ello, en la etapa adulta o madura, es cuando más necesita de nuestros cuidados. Y es que, si le prestamos la atención suficiente, podremos mantener la piel sana y con buen aspecto a pesar de nuestra edad.
La principal función de la piel es evitar la pérdida de agua e impedir la entrada de microorganismos y sustancias extrañas al organismo. Inevitablemente hay un envejecimiento cronológico, pero existe un fotoenvejecimiento cutáneo producido principalmente por los efectos de la radiación solar, que va dañando nuestra piel.
Para protegernos debemos de recordar estos pequeños consejos:
- Usar protección solar diariamente, siempre estamos expuesto a los rayos del sol.
- Protegernos usando sombreros, para que la piel sufra lo menos posible.
- Si nos estamos medicando tenerlos en cuenta, hay algunos medicamentos que aumentan la sensibilidad al sol.
- Limpiar bien la piel e hidratarla cada día.
