En las estaciones más cálidas del año, la protección solar se vuelve un imprescindible para nuestros mayores, ya que los rayos solares pueden incidir negativamente en su piel, que es más delicada.
Por ello, es muy aconsejable que antes de salir a la calle protejamos nuestro rostro con protección solar con un factor alto, y no solamente cuando vayamos a disfrutar de un día de playa o de piscina.
Y es que, la piel de nuestros mayores tiene unas características especiales por ser madura, comportándose de diferente manera frente a agentes externos. Así, la Sociedad Española de Medicina Geriátrica (SEMG) señala:
- Dermatoporosis: es un proceso por el que se dan cambios en la epidermis y la dermis, provocando pérdida de consistencia y una piel más frágil y susceptible al daño de los rallos ultravioletas.
- Diabetes: esta enfermedad aumenta las posibilidades de padecer Dermatoporosis.
- El paso del tiempo provoca el adelgazamiento de la piel y pérdida de elasticidad, por lo que la piel no estará igual de protegida que en la juventud.
- El uso de determinados medicamentos también expone más la piel al sol, por lo que es imprescindible el uso de protección solar.
Así, al salir a la calle, debemos de protegernos con protección solar pero tampoco descuidar las gafas solares y el uso de sombreros si vamos a realizar algún tipo de actividad al aire libre.
