Como sabes, estamos en un estado de alarma sanitaria que nos ha cambiado nuestras rutinas, actividades y hábitos en general, afectando también al cuidado de personas dependientes. No obstante, debemos ser conscientes de que es una situación temporal y que debemos gestionarlo lo mejor posible para volver cuanto antes a nuestra rutina de la mejor manera.
Así, el cierre de los centros de día, la alerta de zona de riesgo en residencias o la dificultad para ver a los seres queridos han generado inquietudes y sobreesfuerzos para los cuidadores, familiares y para el propio usuario.
Consejos para cuidadores
Uno de los consejos principales que podemos ofrecer es que debemos tener un enfoque positivo dentro de la realidad que vivimos. Esto nos servirá para relajarnos y evitar estados de ansiedad y poder controlar el miedo. Y es que, la preocupación por gestionar el día a día, unido a la incertidumbre de las posibles consecuencias de la situación actual, tanto a nivel personal como colectivo, puede llevarnos a un estado de estrés y ansiedad que debemoscontrolar.
Por otro lado, ahora pasamos muchas horas en casa y la convivencia familiar ininterrumpida no siempre es fácil, y con un familiar o paciente dependiente a nuestro cargo puede ser aún más complejo. Por ello, es necesario tener mucha paciencia, tolerancia, empatía y autocuidado.
Hemos visto como el coronavirus genera mucho estrés en personas que cuidan a personas dependientes, principalmente por las dificultades que pueden tener algunos pacientes para entender la situación actual, sobre todo usuarios con Alzheimer u otras demencias.
En este sentido, las personas dependientes necesitan más atención y cuidados que nunca, pudiendo causar un nivel de estrés elevado en la persona cuidadora. Por este motivo, es necesario que el cuidador esté al 100% y sea capaz de detectar si tiene síntomas del síndrome del cuidador quemado y conozca las medidas de prevención contra el Covid-19, esto le dará autoconfianza y podrá ofrecer un mejor servicio y más seguro.
Por otro lado, es importante que mantengamos nuestro sistema inmunológico lo más fuerte posible, ya que la ansiedad y el estrés provocan la disminución de nuestras defensas y afectan directamente a nuestro sistema inmune. Por ello, es interesante que pongamos en práctica técnicas para controlar la ansiedad y evitar exponernos a altos niveles de estrés, pudiendo gestionar mejor la situación.