Ahora sabemos que cuando las personas se mantienen activas, sus cerebros también lo hacen, gracias a la generación de más cantidad de una proteínas que mejora las conexiones entre las neuronas para mantener una cognición saludable. Así lo asegura un estudio de la Universidad de California San Francisco, publicado en la revista ‘Alzheimer’s & Dementia: The Journal of the Alzheimer’s Association’.
El estudio pone de relevancia cómo este impacto protector se encontró incluso en personas que tenían proteínas tóxicas asociadas al Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas.
Además, esta investigación demuestra “que la regulación de las proteínas sinápticas está relacionada con la actividad física y puede impulsar los resultados cognitivos beneficiosos que observamos», asegura Kaitlin Casaletto, profesora asistente de neurología y autora principal del estudio.
Por otro lado, también sostiene que «mantener la integridad de estas conexiones entre neuronas puede ser vital para evitar la demencia, ya que la sinapsis es realmente el lugar donde se produce la cognición. La actividad física puede ayudar a impulsar este funcionamiento sináptico«.
En el estudio se realizó un seguimiento de la actividad física de los participantes de edad avanzada, que también aceptaron donar sus cerebros cuando murieran. De este modo, descubrieron que las personas mayores que se mantenían activas, tenían mayores niveles de proteínas que facilitan el intercambio de información entre las neuronas.
Además, los investigadores descubrieron que los efectos iban más allá del hipocampo, la sede de la memoria del cerebro, para abarcar otras regiones del cerebro asociadas con la función cognitiva.
«Puede ser que la actividad física ejerza un efecto global de mantenimiento, apoyando y estimulando la función saludable de las proteínas que facilitan la transmisión sináptica en todo el cerebro», apuntan.
Al analizar los cerebros, los investigadores han hallado cómo la mayoría de los adultos mayores acumulan amiloide y tau, proteínas tóxicas que son las características de la patología de la enfermedad de Alzheimer. Muchos científicos creen que el amiloide se acumula primero y luego la tau, lo que provoca el desmoronamiento de las sinapsis y las neuronas.
La investigación pone de relevancia que la integridad sináptica, tanto si se mide en el líquido cefalorraquídeo de adultos vivos como en el tejido cerebral de adultos sometidos a una autopsia, parecía amortiguar la relación entre el amiloide y la tau, y entre la tau y la neurodegeneración.