En la vejez, es muy frecuente que aparezca la sordera, provocando problemas en la comunicación y un sentimiento de incomodidad en la persona que no oye bien y, por miedo a ser una carga, puede llegar a aislarse de su entorno.
Si esto sucediera, su estado de ánimo podría empeorar severamente y dar lugar a más problemas de salud. Para evitar esta situación, desde Residencial Nodromar queremos compartir unos pequeños y fáciles consejos que pueden ser de gran ayuda.
Pero, antes de nada, debemos recordar que la sordera es la incapacidad total o parcial del sentido de la audición. En el caso de que la pérdida auditiva sea total, se denomina cofosis y si es parcial, hipoacusia.
Podemos diferenciar tres tipos de sordera según el sitio en el que está la causa de la pérdida:
- Pérdida auditiva conductiva: se da cuando el sonido no puede pasar del oído externo o medio al interno. Hay casos en los que se puede solucionar con medicación o cirugía.
- Sordera neurosensorial: en este caso, la pérdida auditiva está ocasionada en el oído interno o en el nervio que une el oído y el cerebro.
- Hipoacusia mixta: es posible que la incapacidad de oída sea causada por daños en varias partes del oído. En este caso es una mezcla de sordera conductiva y neurosensorial.
Cómo comunicarnos con una persona con sordera
Para evitar que una persona con pérdida de audición se sienta aislada de su entorno, es importante notar el apoyo de su familia y amistades y que la animen a comunicarse. Algunos de los consejos que os proponemos son:
- Procura reducir el sonido ambiente, como la televisión, la radio, o cualquier pequeño electrodoméstico que provoque un gran ruido y no nos deje comunicarnos.
- Llama la atención de la persona tocándole el hombro para que entienda que queremos hablar con ella.
- Procura vocalizar bien, ni muy rápido ni muy lento y muestra siempre que puedas la boca para que pueda leer nuestros labios y entendernos mejor.
- Durante la conversación, debemos tener contacto visual constante, por lo que es muy aconsejable situarnos delante de la persona con problemas auditivos.
- Si no nos entiende, debemos repetir la frase con calma y con una estructura más simple, pero con palabras parecidas.
- Es muy bueno acompañar el discurso con movimientos que ayuden a entender lo que explicamos.
- Una herramienta que puede ser de gran utilidad en los momentos en los que no consigamos comunicarnos es una libreta y un boli. Es muy recomendable siempre llevarlo encima.