Poco a poco, la sensación en el gusto y olfato, así como visión en la tercera edad, se van viendo mermadas, afectando también al disfrute de la comida y provocando una menor ingesta.
Y también está el hecho de la falta de motivación social para sentarse en la mesa a comer, sobre todo para aquellos que viven solos. Muchos mayores ya no utilizan el acto de comer como un hecho de relacionarse y compartir ese momento con los demás, sino que la comida se vuelve un acto solitario. La principal consecuencia es la falta de cuidado en la preparación de las comidas, sobre todo para los que todavía tienen capacidad para prepararse ellos mismos los platos, y la aparición a larga de problemas de desnutrición.
Por ello, hay que tener cuidado y ser selectivos en la alimentación, para cuidar la salud física y emocional. Por esta razón, la dieta de las personas mayores debe ser equilibrada y variada, pero también hay que tener en cuenta que gastronómicamente debe ser apetecible.
Así, tanto familiares, cuidadores, como desde las residencia de mayores, como Residencial Nodromar, nos preocupamos por ofrecer platos completos y equilibrados a nivel nutricional, además de que estén ricos y sean deseables, teniendo además en cuenta las limitaciones de masticación y digestibilidad que presentan muchos mayores.
Nos preocupamos por ofrecer platos con colores alegres, sabores naturales, aromas deliciosos y adaptados a la capacidad masticatoria y deglutoria de nuestros mayores para que disfruten más de las comidas y consuman más variedad de alimentos.
DIFICULTADES PARA COMER
Las personas mayores pueden presentar dificultades a la hora de comer debido a varios motivos:
- Falta de piezas dentales o problemas con la dentadura
- Llagas en la boca
- Encías sensibles
- Boca seca o poca salivación
- Problemas deglutorios asociados a la edad
- Falta de apetito, diabetes, u otra serie de problemas
FAVORECER LA MOTIVACIÓN PARA COMER
Para ayudar en este sentido y que se sientan motivados para comer, si es tu caso, puedes involucrarlos en la realización de las comidas, que participen en la compra o poner la mesa, por ejemplo, siendo también importante:
- Mantener un mismo horario para las comidas
- Intentar que se sienten en el mismo lugar
- Hacer que la comida sea un momento especial
- Comer en familia, con amigos, con el cuidador o junto al resto de residentes.
Cuidar el lugar donde comemos para que sea agradable también es importante, intentemos que esté bien ventilado, con una temperatura confortable, luz natural y pongamos una mesa bonita.
Por otro lado, es mejor realizar comidas pequeñas y más repetidas a lo largo del día que tres grandes comidas diarias. Podemos utilizar platos grandes y hondos en lugar de pequeños y planos, este efecto visual ayuda que la persona no se agobie de ver mucha comida en el plato y se vea capaz de comer todo lo que hay en el plato.
También puedes evitar las distracciones durante la comida, como por ejemplo la televisión, y favorecer la charla y el disfrute por la comida, reconociendo los sabores, el aroma y textura de los alimentos que está comiendo. De esta manera será más consciente y disfrutará del plato.
JUEGA CON EL COLOR, LOS AROMAS, LAS TEXTURAS Y LOS SABORES
El color, olor, textura y sabor, son las cuatro propiedades organolépticas principales de los alimentos, es decir, los sentidos que se nos activan ante la comida.
Mejorar el sabor de los alimentos puede ayudar al reconocimiento del alimento y aumenta el flujo de saliva y estimula la masticación y la deglución. Las salsas y los aliños también ayudan a que la comida esté húmeda y por tanto sea de más fácil masticación y deglución. Podemos añadir endulzantes naturales (miel, melaza, jarabe de arce, estevia…) para mejorar la aceptabilidad de algunos alimentos con textura modificada tales como vegetales dulces.
Cuando reducimos o evaporamos el líquido de un caldo o de una salsa, conseguimos intensificar su sabor. Asimismo, si añadimos sal en la primera etapa de la cocción de un alimento, conseguiremos una mayor difusión del sabor que si la añadimos una vez cocinado el alimento.
El uso de condimentos y hierbas aromáticas proporcionan una nota más picante, ácida o dulce a los platos. Además, podemos emplear especias para dar un toque especial a cada comida y transformar así un plato sencillo en algo muy apetecible. Disponemos de una gran variedad para enriquecer nuestros platos y en muchas ocasiones ayudan a sustituir o disminuir el aporte de sal en las preparaciones.
Otros ingredientes que podemos usar es el ajo o alimentos ácidos y picantes, como el limón o el vinagre, para macerar o adobar un alimento y ayudan a potenciar su sabor.
Por otro lado, el color de los alimentos se convierte en la clave para reconocer la comida. Por ejemplo, si el puré es de color verde puede ser de brócoli, judías verdes o guisantes, si es de color naranja puede ser de calabaza o zanahoria. Pero cuando juntando varios ingredientes el resultado final es un color grisáceo muy poco apetecible, por lo que será mejor que trituramos cada ingrediente por separado y los ponemos en el plato de una forma atractiva, así resultará más apetecible.
Por otra parte, al hablar de la textura de los alimentos, nos referimos a las propiedades de un alimento que se detectan al tacto en la boca y con las manos. La alimentación de las personas mayores suele estar basada en alimentos blandos, con la textura adaptada o requieren que los alimentos sean cortados, molidos o picados previamente.